... las gallinas. Y en prueba de que no hablan sólo por el aquél de abrir la boca, no bien se coge el maíz, y se siega el pelo de la toñá (la yerba de otoño), y se derrotan las mieses, y comienzan ...
... deenteritis, bronquitis, afecciones biliosas, etc., de vez en cuandoalgunas fiebres intermitentes en la siega, pero, en resumen, pocascosas graves, nada especial que notar, a no ser muchas escr& 243 ...
... bajo el sol sus renacientes energ& 237;as, s& 243;lo representaban una exigua parte de la gran siega de la muerte. Detr& 225;s de ellos quedaban miles y miles de camaradas gimiendo en los lechos ...
... ven& 237;an los cantares de los peones que se preparaban su cena. Era la & 233;poca de la siega, y grandes bandas de emigrantes se alojaban en la estancia para el trabajo extraordinario.Madariaga hab ...
... grueso, que se pasa el día corriendo de hacienda en hacienda, aquí dirigiendo la siega, allá inspeccionando la cabaña, más allá la poda de un monte, en el otro lado la construcción de una nueva ...
... traguen a gusto estómagos profanos, rebozándola con el dulce de la poesía.Otros artículos, como La siega, pletórica de esplendorosas descripciones, recuerdan las filigranas de estilo que tuvo Ortega ...
... a madrugada, cuadrillas de mujeres habían estado segando el centeno -a las horas de calor no se siega, pues se desgrana la espiga madura-. No se daban mucha priesa, al contrario, tácitamente estaban ...
... re los campos, como ocurría algunas veces, quedando bajo el agua las espigas próximas a la siega. Morirían de hambre los labradores; pero no por esto le faltaría a él la pesca en el lago, y tendría ...
... ás acertado, según mi poco entendimiento, fuera el volvernos a nuestro lugar, ahora que es tiempo de la siega y de entender en la hacienda, dejándonos de andar de Ceca en Meca y de zoca en colodra ...
... nuevas animadoras.-Muchos son ¡oh Rey -vino a decir-, pero tantas son las espigas y el segador las siega juntas. Muchos son, pero veremos a la hora del ataque cuántos permanecen, porque son gente ...
... .-Ahora -añadió el alcalde, -voy a picarle, y luego a segar un garrote de verde; y si no me le siega el dalle de por sí solo, te digo que no vale mi sudor dos anfileres.Con lo cual se marchó Nisco ...
... vez sus trigos emparvados, lo esperaban con la misma confianza con que habían esperado el verano y la siega. Un año, pasaron los días, pasaron los meses, sin que apareciera en el horizonte, creciendo ...
... razones ecológicas, estas especies de gramíneas que conforman la vegetación herbácea necesitan una siega masiva posterior para que gracias a las lluvias, aunque moderadas, vuelvan a crecer con rapidez ...
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